domingo, 6 de mayo de 2012

Congelando el instante: David de Miguel Angel, o la perfección hecha marmol

Acabo de estar en Florencia de donde vengo impresionado por el David, de Miguel Angel. Estuve bastante tiempo en la Galería de la Academia, viendo el original, al cual no se le pueden hacer fotografías. Creemos los fotógrafos que mucho del éxito de nuestras fotografías consiste en captar el instante, dar la sensación de momento congelado en el tiempo. Buscamos que nuestras fotografías muestren ese instante concreto y que den la sensación de que las cosas van a cambiar tras un pestañeo. Esta es una tarea muy difícil, pero después de contemplar el David de Miguel Angel, he quedado empequeñecido... Me impresiona cómo se ha podido captar ese instante en un enorme bloque de marmol. Me ha impresionado cómo una piedra de ese tamaño puede dar esa sensación de una manera tan intensa: parece que se va a mover, que te va a seguir con la mirada, que le va a cambiar la expresión del rostro, que se va a mover esa mano. Simplemente, el David de Miguel Angel está vivo. Uno de mis pensamientos al ver esta obra fue intentar entender el éxtasis que tuvo que tener su autor al ir viendo salir esta estatua de un bloque de marmol. Imagino al autor encerrado en un taller cara a cara con David. Yo creo que no hubiera podido soportar ese éxtasis. La original no se puede fotografiar, pero la réplica en la Plaza de la Signoria permite recrearse de nuevo en la obra. Mi éxtasis fue jugar con las luces y las sombras, abstraerme del bullicio de los turistas alrededor y esperar ese instante de luz idóneo en una tarde lluviosa. Congelar ese instante en el que la piedra va a moverse y notar cómo circula la sangre por las venas de marmol. Me es difícil elegir una pieza musical que refleje esa sensación de éxtasis, pero algo así debió sentir Elton John al ver tocar a Diana Krall y el resto de la banda este éxtasis jazzístico versionando el tema "Night Train"... Este enlace me lo descubrió Joan Guillamat. http://www.youtube.com/watch?v=BM1ZE86Y2qY